Intervención del secretario general ante la reunión plenaria oficiosa de la Asamblea General de las Naciones Unidas para conmemorar el Día Mundial de la Vida Silvestre

Actualizado en 13 Marzo 2015

Reunión plenaria oficiosa para conmemorar el Día Mundial de la Vida Silvestre

Asamblea General de las Naciones Unidas


Intervención de John E. Scanlon 

Secretario General de la CITES

 

Presidente de la Asamblea General, Su Excelencia Sam Kutesa
Secretario General Adjunto, Sr. Jan Eliasson 
Distinguidos panelistas y delegados

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Deseamos expresar nuestro sincero agradecimiento a usted, Presidente Kutesa, y a los Estados Miembros, por convocar esta reunión plenaria oficiosa para conmemorar el Día Mundial de la Vida Silvestre 2015, que tiene como lema “El tráfico ilegal de vida silvestre es un crimen. Actuemos con firmeza”.

Ayer, las Misiones Permanentes de Alemania, el Gabón y Tailandia fueron anfitrionas de un evento en el Zoológico del Central Park que contó con el apoyo de muchos organismos de las Naciones Unidas y la Wildlife Conservation Society. Los organismos de las Naciones Unidas han trabajado al unísono en la preparación para el Día Mundial de la Vida Silvestre 2015, y todo tipo de organizaciones internacionales y nacionales se han unido a este esfuerzo colectivo. Los beneficios de trabajar juntos pueden verse hoy con la cobertura de decenas de millones de personas a través de nuestros esfuerzos combinados de uso de las redes sociales, tales como 150 millones de personas solamente a través de Twitter. 

La escala y la índole del comercio ilegal de especies de fauna y flora silvestres han cambiado en los últimos años, y también la respuesta mundial. 

El comercio ilegal de especies silvestres involucra cada vez más a bandas de delincuencia organizada transnacional y, en algunos casos, milicias rebeldes y elementos descontrolados de las fuerzas armadas, lo que ha cambiado la dinámica de la lucha contra esta actividad delictiva altamente destructiva, en particular en relación con algunas especies de la mega fauna, como los elefantes, y especies de flora de alto valor, como el palo de rosa. También es una amenaza para especies menos conocidas, tales como el pangolín. 

Ahora, se reconoce cada vez más el profundo efecto de la caza furtiva y el comercio ilegal en especies y ecosistemas enteros, los pueblos locales y sus medios de subsistencia, las economías nacionales y la seguridad nacional y regional. Ya no se trata exclusivamente de un problema de conservación: es un problema de desarrollo sostenible, y es un problema que afecta a las tres dimensiones de este. 

En junio de 2012, en Río+20, los Jefes de Estado y de gobierno reconocieron explícitamente los efectos económicos, sociales y ambientales del tráfico ilícito de fauna y flora silvestres y la necesidad de tomar medidas más firmes y el importante papel de la CITES (la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). En Río+20, también se describió a la CITES como un acuerdo internacional situado en la intersección entre el comercio, el medio ambiente y el desarrollo, y se la reconoce como el principal instrumento jurídico que apoya los esfuerzos colectivos mundiales.

En marzo de 2013, las Partes en la CITES respondieron al llamamiento de Río+20, y más de 2.500 delegados de 174 Estados y observadores reunidos en Bangkok, Tailandia, para la 16ª reunión de la Conferencia de las Partes, aprobaron decisiones fuertes y orientadas a la acción para combatir el comercio ilegal de especies de fauna y floras silvestres que se ocupan tanto de la demanda como de la oferta. No obstante, la aplicación exitosa de la CITES depende de las contribuciones, el compromiso continuo y la colaboración mutua de múltiples organizaciones e iniciativas y personal de una amplia variedad de disciplinas, a nivel tanto nacional como internacional. 

(de izquierda a derecha) John E. Scanlon, Secretario General de la CITES, S.E. Sam Kutesa, Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y Chelsea Clinton

Uno de los resultados que surgieron de esta reunión clave de las Partes en la CITES en 2013, aunque no figura en ninguna decisión por escrito, fue el hincapié en concentrar nuestra energía colectiva en la manera de resolver el problema trabajando juntos en toda la cadena de oferta ilegal (es decir, Estados de origen, tránsito y destino) en lugar de buscar culpas.

Los beneficios de esta colaboración entre todos los Estados de origen, tránsito y destino son ahora cada vez más evidentes, tales como los excelentes resultados logrados por medio de la Operación Cobra II, una iniciativa conjunta de aplicación de la ley que pusieron en práctica 28 Estados de Asia, África y América del Norte.

También hemos visto en 2010 cómo se unieron cinco organismos intergubernamentales clave que se ocupan de los delitos contra la vida silvestre en una nueva alianza denominada Consorcio Internacional para Combatir los Delitos contra la Vida Silvestre (ICCWC), una iniciativa que proporciona a los países apoyo y asistencia técnica coordinados, como los Equipos de apoyo para incidentes relacionados con las especies silvestres multidisciplinarios que visitan los países a pedido. 

La degradación de los Sitios del Patrimonio Mundial en toda África debido a la caza furtiva para el comercio ilícito, como en la Reserva Selous en la República Unida de Tanzanía, está poniendo en grandes oportunidades de turismo y beneficios económicos, y la CITES y el Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO han unido fuerzas para ayudar a aplicar las decisiones de la CITES en estos sitios.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (miembro del ICCWC), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente están abordando el comercio ilegal de vida silvestre conforme a sus respectivos mandatos y las repercusiones para el desarrollo sostenible y, bajo el liderazgo del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hemos visto a los organismos de las Naciones Unidas intensificar y coordinar más sus esfuerzos para combatir el comercio ilegal de vida silvestre. 

El tema también ha sido tratado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas en eventos coordinados por el Gabón y Alemania, por la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Comisión de las Naciones Unidas de Prevención del Delito y Justicia Penal en múltiples foros internacionales; asimismo, se ha movilizado a la sociedad civil de todas las regiones, que está desempeñando un papel indispensable.

Fuera del sistema de las Naciones Unidas, también hemos visto el profundo compromiso en esta lucha de INTERPOL y la Organización Mundial de Aduanas y de instituciones financieras regionales y mundiales como el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Asiático de Desarrollo, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y el Banco Mundial (así como organismos nacionales donantes), junto a iniciativas privadas como la Clinton Global Initiative. 

En general, observamos que han mejorado la aplicación de la ley, los esfuerzos de reducción de la demanda y la colaboración con las comunidades locales en muchos países, pero es necesario hacer más. 

Las acciones de aplicación de la ley continúan y las estrategias de reducción de la demanda nacional siguen siendo una responsabilidad nacional, y los esfuerzos internacionales actuales se centran en aumentar la capacidad y fortalecer la cooperación transfronteriza entre Estados de origen, tránsito y destino, así como en apoyar los esfuerzos de aplicación de la ley bilaterales, regionales e interregionales pertinentes y otros. Debemos asegurarnos de que el apoyo llegue al frente: a los guardaparques, los oficiales de Aduanas, la policía, los fiscales y los jueces.

Hoy, acogemos con gran satisfacción la atención política que se da a este tema crítico el Día Mundial de la Vida Silvestre a través de esta Reunión Plenaria Oficiosa de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que engloba las dimensiones sociales, económicas y ambientales de estos delitos altamente destructivos y los vínculos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos y sus metas relacionadas. El comercio ilegal de especies de fauna y flora silvestres socavará gravemente los esfuerzos para alcanzar muchos de estos Objetivos y metas, y acogemos con satisfacción la propuesta de incluir metas relacionadas con el comercio de ilegal de especies de fauna y flora silvestres en el Objetivo 15 propuesto.

Distinguidos delegados, resta mucho más por hacer, pero el creciente nivel de compromiso político que se demuestra aquí en Nueva York, las medidas que se están aplicando en el frente en todos los Estados de origen, tránsito y destino, y el impulso combinado que están generando eventos como la celebración del Día Mundial de la Vida Silvestre esta semana, nos convencen de que podemos alcanzar nuestro objetivo por medio de la acción colectiva. 

Para concluir, deseo manifestar nuestro apoyo al llamamiento expresado ayer por el Secretario General de las Naciones Unidas, el Día Mundial de la Vida Silvestre, a que se traten los delitos contra la fauna y flora silvestres como una amenaza para la sostenibilidad de nuestro futuro y a actuar con firmeza contra este crimen.

Muchas gracias.