La biodiversidad es la base de la vida, los medios de subsistencia y la paz duradera.
Las plantas y animales que componen nuestros ecosistemas son esenciales para nuestra supervivencia y para la resistencia de nuestras sociedades y economías.
Este año se celebra el 50 aniversario de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, o CITES. Durante cinco décadas, la CITES ha trabajado en la intersección de la conservación de la vida silvestre y el uso sostenible, garantizando que el comercio internacional no sea perjudicial para la supervivencia de las especies en la naturaleza.
La Visión Estratégica 2021-2030 de la CITES impulsa esta misión, tratando de garantizar que el comercio de vida silvestre sea sostenible, legal y trazable, al tiempo que apoya nuestros compromisos compartidos en virtud de los objetivos interconectados de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal.
La CITES contribuye al ODS 14: Vida submarina y al ODS 15: Vida terrestre, pero el panorama es más amplio. El ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico también se cruza con el trabajo de la CITES, lo que refleja la importancia de los medios de subsistencia, desde los comerciantes y los guardabosques hasta los funcionarios de aduanas, los pescadores y las comunidades locales que administran la gestión sostenible de los recursos de la vida silvestre.
La CITES también contribuye a la consecución de los objetivos 5 y 9 del FGM. Estas metas subrayan la necesidad de una recolección y un comercio sostenibles y legales de las especies silvestres para proporcionar a las personas beneficios medioambientales, económicos y sociales. Y la Meta 19 pide la movilización de 30.000 millones de dólares anuales a través de la financiación internacional, para apoyar el cumplimiento de los compromisos en materia de biodiversidad. Estos recursos pueden ayudar a conservar las especies incluidas en la CITES.
Ahora, con 185 Partes y sólidas asociaciones, la CITES sigue ayudando a construir un mundo en el que las personas y la vida silvestre no sólo coexistan, sino que prosperen juntas, y en el que el comercio internacional se produzca en armonía con la naturaleza y el desarrollo sostenible.
No estamos separados de la naturaleza. Nuestras economías, nuestras culturas y nuestra propia supervivencia dependen de ecosistemas sanos llenos de plantas y animales silvestres.
¡Feliz Día Internacional de la Biodiversidad a todos!